Expectativas y sufrimiento
Cuanto de nuestro sufrimiento depende de nuestras expectativas. Me hago una idea de lo que puede pasar, o lo que me gustaría que pasara y si no pasa, me enojo, decepciono o frustro.
No nos permitimos capturar la totalidad de felicidad, de alegrías que la vida tiene disponible para nosotros. Se trata de una disposición mental.
Es distinto no tener expectativas a ser pesimista. Vivir sin expectativas se aprende, y se logra cuando somos capaces de amar, aceptar o tomar lo que nos sucede momento a momento y abordarlo desde una actitud de “¿qué puedo rescatar de esto? “¿Qué puedo aprender de esto? ¿Qué me intenta mostrar la vida? Quizás en el momento no podemos reflexionar, aunque una vez en nuestros hogares o en un momento de mayor tranquilidad podamos darle una vuelta, especialmente si son situaciones que se nos repiten.
La vida no nos “sucede a” nosotros, sino que la vida sucede “para” nosotros. Para que crezcamos, para que maduremos, para que aprendamos. Porque solo así podemos seguir generando sentimientos de orgullo, dignidad y felicidad. Así crecemos.